¿Cómo elegir la bicicleta holandesa adecuada?

En bicicleta holandesa es una bicicleta urbana histórica, reconocible a primera vista por su característico cuadro de estilo retro. Adecuada tanto para hombres como para mujeres, es una bicicleta cómoda para un uso urbano exclusivo. Aquí encontrarás toda la información que necesitas para elegir el modelo adecuado.

¿PARA QUÉ SIRVE UNA BICICLETA HOLANDESA?

La bicicleta holandesa es ideal para trayectos cortos por carretera y en recorridos llanos y cotidianos. Se adapta mejor a una determinada categoría de ciclistas urbanos, aquellos a los que les gusta circular cómodamente, de forma relajada y sin prisas.

Características especiales de las bicicletas holandesas

Popularizadas en los Países Bajos, donde la bicicleta es el medio de transporte urbano preferido, las bicicletas holandesas se adaptan perfectamente al uso cotidiano.

El cuadro

El cuadro tradicional de la bicicleta holandesa ofrece una posición de asiento erguida que respeta la curvatura natural de la espalda. Fabricado en acero o aluminio, está equipado con una horquilla rígida y ruedas de 28 pulgadas, y a veces de 26 pulgadas.

Puede ser clásico (versión masculina), curvo o trapezoidal (versión femenina) o cuello de cisne (versiones mixtas). El cuadro de cuello de cisne ofrece la máxima comodidad al ciclista y es especialmente adecuado para las mujeres ciclistas o las personas de estatura relativamente baja, ya que les permite montar a horcajadas con facilidad para una mayor comodidad de uso.
En todos los casos, el cuadro tiene un tubo de dirección alto y un tubo de sillín corto, lo que permite al ciclista adoptar una postura muy cómoda y segura, con el torso recto para aliviar la tensión en la espalda, y la cabeza alta para que el ciclista pueda mirar la carretera con calma y anticiparse mejor a los escollos del tráfico urbano.

Componentes integrados y duraderos

Otra característica especial de las bicicletas holandesas es la óptima integración y protección de sus componentes. Por ejemplo, no es raro ver cárteres de cadena completos que ocultan los componentes de la transmisión. La idea es doble: proteger estos componentes para que duren más y proteger al ciclista de las salpicaduras de suciedad.

La propia elección de los componentes confirma esta preocupación por una integración óptima, con vistas a la durabilidad de los materiales. Las bicicletas holandesas están equipadas con bujes traseros con marchas integradas que requieren mucho menos mantenimiento que los sistemas de cambio tradicionales. También es frecuente ver frenos de llanta combinados con sistemas de tambor o posavasos.

Comodidad del equipamiento

Cada detalle de una bicicleta holandesa está diseñado para garantizar la comodidad del ciclista. El manillar curvado facilita el agarre y una postura relajada y erguida, y el sillín es ancho y bien acolchado, a ser posible de cuero y con muelles (de espiral o elastómero). También son habituales los neumáticos globo, anchos y cómodos, preferiblemente de color beige para dar estilo.

Accesorios prácticos

Como buena bicicleta urbana, la bicicleta holandesa tiene todo lo que el ciclista urbano necesita en su día a día en la ciudad, incluyendo guardabarrosiluminación de calidad, un buje dinamo si es necesario, un portabicicletas y un portabicicletas. portaequipajes traserouna cesta delantera o un protector de faldón.

¿QUÉ CRITERIOS ELEGIR?

La elección de la bicicleta holandesa adecuada pasa, evidentemente, por la elección de la talla del cuadro. En el caso de las bicicletas de talla única, siempre se puede ajustar la altura del sillín y, en muchos casos, también se puede ajustar la potencia para afinar la posición del manillar.

La transmisión de tu bicicleta holandesa también deberá adaptarse al perfil de tus desplazamientos diarios. Puedes elegir entre una gama de bujes con marchas integradas, que ofrecen de 3 a 8 velocidades.

Por último, ¡elige tu bicicleta holandesa en función de tus necesidades, con accesorios más o menos útiles (protector de faldón, buje dinamo, portaequipajes, etc.)!