En pocos años, el disco para MTB se ha convertido en el componente de frenado preferido en todas las disciplinas de Mountain Bike. En comparación con los frenos V-Brake tradicionales, con los que siempre se equipan las bicicletas nuevas destinadas al ocio, el freno de disco destaca por su potencia y su "mordida" incomparables. Para cumplir con las exigencias de cualquier tipo de terreno, el disco para MTB debe expulsar bien el barro y soportar de manera conveniente las altas temperaturas provocadas por las frenadas bruscas (DH). En los últimos tiempos, el disco ha llegado incluso a disciplinas híbridas de carretera/montaña, como el ciclocross... ¿tal vez antes de introducirse próximamente en carretera?
Al estar fijado directamente sobre el buje de la rueda, el disco de MTB la frena al estrecharse las pastillas de freno MTB, accionadas por la maneta de forma mecánica o hidráulica. El disco para MTB puede ir fijado a la rueda delantera o trasera de dos formas: atornillado (6 tornillos) o fijado con el sistema Center Lock. Los discos se definen igualmente por su estructura: la pieza (acero) puede ser única o compuesta, en este caso se les llama «flotantes». Concebido especialmente para el DH, el disco flotante para MTB Shimano Saint/XTR RT99 presenta una pista de acero y una araña de aluminio, disposición que permite gestionar mejor la temperatura.
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