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NIÑOS - Bicicletas par niños > Bicicletas

¿Cómo elegir la bici adecuada para los más pequeños?

La bicicleta es una actividad que ayuda mucho al desarrollo psicomotor de los niños. Una práctica sana, divertida y recreativa, accesible desde la más tierna infancia (normalmente entre 2 o 3 años) en función de la capacidad y el temperamento del niño.
Pero a la hora de la verdad, seguro que te vienen muchas preguntas a la cabeza: ¿cuál es la bicicleta con la que aprenderá mejor a pedalear? ¿Qué talla de bici para niño es la más indicada? ¿Cuál es la bici que más le conviene? ¿Qué hay que tener en cuenta cuando compramos una bicicleta para niños? Bikeshop te da las claves para ayudarte a elegir.

¿Cuál es la bicicleta más indicada para los niños?

La primera etapa en el aprendizaje de la bicicleta, además de controlar el equilibrio, es la de pedalear. Esta tarea requiere toda la atención de tu hijo.

Elige un modelo sencillo, con una sola marcha y sin sistema de freno externo. La mayoría de modelos para los más pequeños sólo cuentan con freno de contrapedal, con el mismo funcionamiento que el de las bicicletas holandesas para adulto.
Todo depende de si el joven ciclista está familiarizado o no con el equilibrio en una bici sin pedales, por lo que podrás optar por una bici con ruedines o estabilizadores. Tampoco hay que preocuparse mucho en este punto ya que los ruedines o patines universales cuestan unos veinte euros y valen casi para todas las bicis.
Cuando el niño controle el equilibrio, puedes pasar a ensayar con los frenos, con sistemas más o menos complejos (ver más abajo) en una bicicleta de niño entre 12 y 14" e incluso también en una bicicleta entre 16 y 18".

A partir de los 5 o 6 años, en una bici de 20 pulgadas (incluso una bici de 24 pulgadas) con transmisión, podrás enseñarle todas las posibilidades que ofrecen los cambios de marchas. De este modo, tu hijo podrá afrontar rutas más largas y trayectos más variados. Este cambio de bicicleta implica tener en cuenta nuevos criterios, como el tipo de trayecto, la seguridad, los accesorios incluidos o el tamaño de las ruedas. A continuación, te damos las claves para encontrar la bicicleta más adecuada.

 

 

¿Cómo elegir la talla adecuada para una bicicleta de niño?

Elegir la talla de una bicicleta para niño y para adulto son dos cosas totalmente diferentes. En el caso de las bicicletas de niño, la talla de las ruedas es lo verdaderamente importante: tiene que combinar a la vez la altura del asiento y la longitud de los brazos del niño. Consulta nuestra tabla de tallas de bicicleta para niño más abajo para encontrar la medida perfecta.

 
La correspondencia de tallas es información a título indicativo.
Algunas tallas pueden cambiar según la geometría específica del cuadro y la morfología del niño.
 

 

 

No compres una bicicleta muy grande de brazos o de piernas para tu hijo pensando que le va a servir durante más tiempo. No estará cómodo y no controlará bien su trayectoria. Busca una bicicleta que concuerde con su estatura, en la que el sillín y el manillar se puedan ajustar a medida que crece el niño. Al igual que los adultos, los niños se lo pasan mucho mejor sobre una bicicleta que se adapta perfectamente a su estatura.

¿Cualés son los criterios?

El tipo de bicicleta

 

El uso que haga tu hijo de la bicicleta (salidas cortas, paseos en familias, trayecto para ir al colegio) va a determinar en gran medida la elección de la bicicleta.

Si la usa de forma frecuente en distancias lo bastante largas, lo mejor es una bici dinámica, incluso deportiva. Por el contrario, si los desplazamientos son cortos y ocasionales por el centro de la ciudad, se puede optar por bicicletas urbanas bien equipadas.

Si el recorrido sólo incluye vías alquitranadas, las bicicletas de carrera son la mejor opción por su gran dinamismo. Por otra parte, si el trayecto combina carreteras asfaltadas y pistas off-road, las bicicletas polivalentes o híbridas, como las bicicletas todocamino, ofrecen un control total sobre cualquier terreno, para adaptarse a los paseos en familia, las rutas de senderismo por el campo, durante las vacaciones o en el fin de semana. Aunque si todo el recorrido se desarrolla en pistas off-road, las MTB con una o dos suspensiones, son las bicicletas que aportan una comodidad absoluta.

Por último, de forma más excepcional, algunas marcas cuentan con bicicletas eléctricas, con frenos de disco o incluso de carbono, para adaptarse a la forma física y el nivel de pilotaje de tu hijo o hija.


Los frenos y la seguridad

El freno es un factor imprescindible para que tu pequeño campeón pueda desplazarse con total seguridad. Sin embargo, como se ha mencionado anteriormente, esta etapa no siempre es fácil de comprender y aprender para los ciclistas más jóvenes.

Los modelos para los ciclistas noveles a veces sólo cuentan con un sistema de contrapedal, sencillo, seguro y fácil de usar. Además, presenta la ventaja de que no necesita apenas mantenimiento comparado con un sistema de zapatas.
Este tipo de freno limita el uso de la bicicleta a los paseos por terrenos relativamente planos, ya que está diseñado para parar la bici, no para para frenar en los descensos, por ejemplo.
Esta es la razón por la cual los modelos a partir de 20’’ suelen montar frenos de zapata, con los mandos adaptados para los más pequeños, fáciles de agarrar y que permiten una dosificación progresiva, especialmente para evitar el bloqueo completo de la rueda y una caída casi segura.

Algunos modelos combinan un freno de zapata en la delantera y un sistema de contrapedal en la trasera, o bien frenos de zapata en ambas ruedas completado con un sistema de contrapedal.

Además, si al joven ciclista le gusta salir a rodar a diario con otros usuarios, tanto por la ciudad o en el campo, es fundamental equipar la bicicleta con accesorios de seguridad potentes y fiables, que señalen bien su posición al resto de usuarios.
Luces, catadióptricos, timbre, separadores… Estos elementos servirán para que los más jóvenes puedan rodar con la máxima seguridad.


La transmisión

Se trata de un elemento importante que debemos tener en cuenta, ya que hay que elegirlo en función de por dónde va el aprendizaje del niño y la dificultad del terreno. Por eso, hay que empezar con una transmisión sencilla de pocas marchas (entre 3 y 8 como máximo), con un plato único para que el niño aprenda poco a poco el funcionamiento del cambio de marchas.

Conforme mejore su habilidad, puedes optar por un sistema más complejo con varios platos y que puede alcanzar hasta 27 marchas o velocidades.

Hay que señalar en este punto la presencia en el mercado de las bicicletas con bujes de marchas integradas, perfectos para los recorridos planos o con repechos ligeros que podemos encontrar en las ciudades. No necesitan mucho mantenimiento en comparación con los sistemas de desviadores, que siguen siendo mejores para afrontar las subidas más duras. Además, puedes cambiar de marcha sin pedalear, desde parado.


El material del cuadro (aluminio o acero)

 

Un cuadro de acero destaca por su flexibilidad y su resistencia incomparable, además de tener un precio asequible. Al tener más elasticidad que otros metales es más accesible físicamente. A pesar de ello, tiene un peso excesivo y cierta falta de rigidez, aunque todavía haya cuadros de acero de alta gama casi tan rígidos y ligeros como los cuadros de aluminio.

 
Como los de acero, los cuadros de aluminio han evolucionado mucho. Con la reputación de ser más rígidos pero incómodos, los cuadros fabricados con esta aleación han mejorado mucho ya que se ha reducido el grosor de los tubos, lo que disminuye también su peso.
De forma general, se utilizan dos tipos de aluminio: el 6061 y el 7005. El primero destaca por ser más ligero y el segundo por ser más resistente.

 

 

Los accesorios

Para conseguir una bicicleta útil y divertida ante todo, estos modelos para niño se equipan con accesorios básicos como un portaequipajes trasero, una cesta, los guardabarros, una pata de cabra, cárteres o tapas de protección y los ruedines desmontables (o estabilizadores). Su utilidad está clara: sirven para llevar fácilmente una mochila, objetos pequeños; proteger a los niños de las salpicaduras o impedir que el pantalón se enganche con la cadena.

 

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